AMOR TÓXICO...TÓXICO AMOR

“y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” - Jesús ‭‭S. Mateo‬ ‭24:12‬ ‭ Esta frase es una de esas que lleva consigo un...¡STOP!. Detente y vuélvela a leer.

Cuando lastimo en forma insensible e intencional al que debo cuidar o me lastima con intención y maldad el que debió agradecerme todo lo que le bendije, ambos debemos revisar qué gobernó el corazón para ceder a tal impulso.

El énfasis de la religión a las formas externas para medir la espiritualidad, lleva irremediablemente a descuidar y pasar por alto y sin revisar nuestros estados del corazón.

Es difícil no estremecerse con el contenido sangriento, morboso, intolerante e insensible de los acontecimientos diarios alrededor del mundo.

El mundo tiene licencia para mantenerse ofendido, a la defensiva, insensible, indiferente, indolente e intolerante.

¡PERO LOS CREYENTES NO TENEMOS PERMISO DE DIOS PARA ESO!.

De ahí la bandera roja de alerta que Jesús levanta. No es hacia el mundo que el Señor dirige el sonido de su advertencia...¡Es a su pueblo!.

Viviendo y formando parte de la generación de la ofensa, un creyente vive expuesto a que la ofensa se convierta en su cultura personal de respuestas.

Tener una respuesta de pecado contra alguien porque siento que ese alguien pecó contra mí, ya suele ser aplaudido, acompañado y asistido con el “Amén” de muchos otros creyentes implicando...

¡QUE DIOS TAMBIÉN DICE AMÉN DESDE LOS CIELOS!.

Dando por sentado que un acuerdo de ofensa compartida por unos cuantos en la tierra, obliga a Padre, Hijo y Espíritu Santo a unirse a su ofensa desde el Lugar Santísimo.

UN CREYENTE NO TIENE PERMISO DIVINO PARA REPRESENTAR SUS ESTADOS DE ÁNIMO EN SU DECISIÓN HACIA OTROS, SINO LO QUE JESÚS HUBIERA HECHO EN SU LUGAR.

Rubén Arroyo...💒